Esta técnica de húmedo sobre húmedo es ideal para crear paisajes neblinosos, cielos, fondos suaves o cualquier elemento que requiera una sensación de profundidad y suavidad. Experimenta con diferentes grados de humedad y concentraciones de color para descubrir un mundo de posibilidades en tus obras de acuarela.
Paso 1: Preparación del papel
- Humedece el papel: Comienza humedeciendo el papel de acuarela uniformemente. El objetivo es que el papel esté húmedo pero sin charcos de agua. Puedes usar un pincel grande y suave o una esponja para aplicar agua clara sobre toda la superficie del papel.
Paso 2: Preparación de las pinturas
- Prepara tus colores: Mientras el papel se encuentra todavía húmedo, prepara las pinturas en tu paleta. Diluye las acuarelas con suficiente agua para que puedan fluir libremente cuando las apliques sobre el papel húmedo. Controla la densidad de pigmento que añades al pincel en función de la intensidad de color que desees.
Paso 3: Aplicación de la pintura
- Con un pincel cargado de pintura, comienza a aplicar color sobre el papel húmedo. Puedes observar cómo el color se dispersa suavemente al entrar en contacto con el agua del papel. Esto te permite crear gradientes de color y suaves transiciones.
Paso 4: Crear efectos
- Manipula el color: Mientras el papel esté húmedo, puedes añadir más color o utilizar técnicas como salpicar agua con un pincel o un cepillo de dientes para crear texturas o efectos de «floración» donde la pintura se dispersa de manera irregular.
Paso 5: Añadir capas o detalles
- Si deseas añadir detalles más finos o intensos, puedes esperar a que la primera capa se seque ligeramente (aún húmeda al tacto) y luego aplicar más color. El nuevo color no se dispersará tanto como en la primera capa húmeda.
Paso 6: Secado
- Deja secar el papel: Una vez que estés satisfecho con tu trabajo, deja que el papel se seque completamente al aire. Si utilizas secadores de pelo hazlo con control de la distancia al papel y la intensidad del aire, ya que pueden alterar la distribución del color y el comportamiento del agua.
Paso 7: Retoques finales
- Con el papel completamente seco, puedes hacer ajustes finales con pintura seca sobre seco para definir detalles o intensificar áreas específicas.
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Consejos adicionales
- Control del agua: Aprender a controlar la cantidad de agua en el papel y el pincel es clave para dominar esta técnica. Aquí interviene el siguiente consejo:
- Práctica: La acuarela es muy dependiente del tipo de papel y las condiciones ambientales (humedad, temperatura), por lo que la práctica es esencial para entender cómo se comportará la pintura.